domingo, 22 de febrero de 2009

CLASE 4

TEMA. LA INTERPRETACIÓN EN LA APRECIACIÓN ARTÍSTICA
Por. Luis Antonio Luviano Flores

En el presente apartado analizaremos las diversas maneras de apreciar una obra de arte. Como primer punto analicemos lo que es la interpretación.

Sabemos que el término interpretar puede abarcar varias disciplinas, el derecho, la teología, la mitología, entre otras. Para las obras de arte, la interpretación es fundamental, por ello nosotros nos basaremos en la interpretación artística.

Interpretar, en el arte abarca el hecho de que el contenido de una obra, sea “comprendido” y “expresado”, o bien, “traducido”. Hay que considerar que la interpretación pretende ser fiel de alguna manera al contenido original del objeto artístico. En términos más especializados, al estudio de averiguar un significado o de interpretar una obra de arte se le llama hermenéutica.

La interpretación es la acción más importante en la apreciación artística. Quien quiera apreciar una obra de arte tendrá que vivenciarla, o sea vivirla con toda su totalidad humana.[1] Esta vivencia nos proporciona vías para enriquecer nuestro espíritu con la generosidad de la obra de arte.

Nosotros dividiremos en dos las posibilidades de interpretar una obra de arte; la primera la denominaremos; interpretación intuitiva y a la segunda; interpretación especializada


La interpretación intuitiva:

Es espontánea, ya que se basa en una sensación primera de la experiencia estética, es visceral por naturaleza, en cuanto concierne a nuestro gusto, es decir, sentimos de primera instancia que unas formas nos gustan y otras nos disgustan. La intuición y la fantasía se conjugan en nuestras sensaciones emotivas.

Nos expresamos de la obra a partir de un análisis donde interviene nuestro juicio de gusto.

¿Recuerdas tu ejercicio anterior donde expresaste lo que una obra te hace sentir?

La interpretación especializada:

Aunque no puede separarse de la experiencia estética, esta interpretación se torna reflexiva y entra en comunión con la meditación. Se requiere estimular nuestra intuición para que pueda combinarse con todo el bagaje y conocimiento que poseemos. Esta interpretación nos enfrenta ante la necesidad de descubrir, por medio de la investigación, todos los aspectos que desconocemos de una obra de arte y que nos intrigan.

En la interpretación especializada nos expresamos de la obra a partir de un análisis cualitativo donde interviene nuestro juicio estético.

Después de tu actividad anterior, donde pusiste en práctica tu interpretación intuitiva, nos corresponde ahora analizar los puntos más elementales para que se lleve a cabo la interpretación intelectual de una obra.

El objetivo del presente no trata de que te vuelvas un completo experto en tus análisis, ni tampoco el grado de exigencia de tus actividades girará en ese sentido. Pretendemos que juntos conozcamos en qué pueden basarse los expertos cuando aprecian y analizan una obra. Aunque esta manera de apreciar una obra pareciera ser un tanto compleja, nosotros buscaremos los elementos que resulten interesantes para un análisis cualitativo. Seguramente te sorprenderás al ver todo lo que se puede interpretar y decir de una obra. El objetivo es que cuando te enfrentes posteriormente a una obra de arte, sepas todo lo que puede abarcar, lo que se puede decir e investigar de una sola obra de arte.

Bien, empecemos pues, vamos a sintetizar cinco posibilidades fundamentales de interpretación especializada de una obra. Veremos que una obra se puede interpretar partiendo de: el objetivo, el tema, el momento histórico, el grado de mímesis (naturalismo o abstracción) y la composición.

a) El objetivo :

Es el fin por el cual se realizó una obra. Cuando nos enfrentamos a una obra de arte, podemos preguntarnos cuál es su objetivo particular. Anteriormente tuvimos un acercamiento sobre el fin más general del arte. También aclaramos que en cada situación, toda obra posee un objetivo particular, ahora veremos algunas posibilidades.[2]

Finalidad mágica: La obra sirve como intermediario entre el mundo material y el mundo espiritual.

Finalidad didáctica: La obra sirve como elemento didáctico para una comunidad que necesita ser educada. Puede ser el narrar lúcidamente hechos históricos para los iletrados.


[1] J. Acha, Expresión y Apreciación Artística, op cit., p. 89
[2] S. Woodford, Cómo mirar un cuadro, Barcelona, Gustavo Gilli: Círculo de lectores, 1985, p. 7





Finalidad Intelectual: La obra intriga a un público muy erudito y de cierta forma juega con él. Esta obra es pensada para entretener y edificar a una minoría cultivada.[1]

[1] Id., p. 8


Finalidad expresiva: La obra deja constancia de la acción del propio artista, poniendo de manifiesto su prioridad por la expresión dentro de su actividad creativa y su evidente energía; informando así al espectador de la acción de su cuerpo y de su mente en el momento de emprender la producción.[1]


[1] Id., p. 9



b) El tema:

Muy relacionado con el objetivo, encontramos que la obra fue realizada con una intensión temática que nos permite desentrañar la estructura de realización de la obra. El tema puede ser: religioso; político; histórico etc. Generalmente encontramos que el título de la obra nos puede proporcionar datos acerca del tema. Esto nos deja ver si dominamos el mismo o necesitamos investigarlo; por ejemplo, existen temas históricos que hacen referencia a batallas bélicas, sucesos religiosos o mitología griega. Si no dominamos el contenido y lo queremos averiguar, la obra puede ser una vía de enseñanza.[1]

[1] J. Acha, Expresión y Apreciación Artística, op cit., p. 89






c) El momento histórico:

Otra manera de interpretar una obra es descifrando lo que nos cuenta de la cultura en la cual se produjo.

Por un lado la obra nos habla del tiempo del artista y de la sociedad en la cual ha vivido o vive. Mucho tienen que ver el tiempo y sociedad de los cuales proviene la obra, ya que estos factores influencian la visión del artista y por ende el resultado de su arte.

Por otro lado, la corriente artística de realización depende del tiempo histórico. Entendemos por corrientes artísticas aquellas que han marcado diferencias en sus estilos de producción, por ejemplo el fauvismo, impresionismo, expresionismo, surrealismo etc. Aunque no profundizaremos en las corrientes, te darás cuenta visualmente de sus diferencias. Se trata de que, si alguna corriente llama enormemente tu atención cuando analicemos obras, te decidas a investigar en qué ha consistido y ello te lleve a conocer más obras y más artistas.

Conocer el momento histórico es fundamental para apreciar una obra y para analizarla. Ya que la obra puede hablarnos de seres primitivos que habitaban en las cuevas. Puede hablarnos, por ejemplo, de la edad media y cómo era la sociedad en aquellos días. Puede hablarnos de una sociedad cortesana, refinada intelectualmente. O puede ser que nos hable de nuestro tiempo; época en la cual se estimula a los artistas a expresarse con libertad y originalidad.[1]

d) El grado de mímesis: naturalismo o abstracción

Una cuarta posibilidad de interpretar una obra es estudiando su grado de mímesis.
Mímesis se denomina a la imitación de la naturaleza, es decir cuando el grado de representación de una obra se acerca mucho e inclusive es idéntico a lo que estamos acostumbrados a ver. Por ejemplo la representación de un ser humano, puede resultar tan fiel que nos impresiona tal destreza y logro del artista. Por eso decimos que a mayor mímesis mayor naturalismo o grado figurativo.

[1] S. Woodford, Cómo mirar un cuadro, op cit., p. 10






Sin embargo no siempre es efectivo aplicar nuestros propios criterios de naturalismo. Pensar que una obra es de mala calidad porque el naturalismo no se nos hace preciso es un error. Quizá resolver el parecido con lo natural no fue el criterio que en ese momento rigió el autor en su obra. Muchas veces el artista pretende expresarse tan vigorosamente, que el parecido con las cosas pasa a segundo plano; a veces sólo desea expresar aspectos de sus sentimientos y no desea reproducir su entorno visual. Por lo anterior podemos decir que: en oposición al naturalismo o arte figurativo encontramos la abstracción.

La representación abstracta es un leguaje no figurativo, esto quiere decir que las formas se han transformado, tomando del mundo lo esencial para representarlo con otras formas, su código es libre e intuitivo. El arte abstracto simplifica las complejas formas de la naturaleza, sirviéndose de los elementos más básicos en cada manifestación; por ejemplo, en las artes plásticas sintetiza las formas sirviéndose de la mancha, el color, la composición, entre otros muchos elementos







Por lo tanto, aunque tengamos derecho a interrogarnos si una obra de arte se parece o no a la realidad, debemos tener cuidado en juzgar su calidad sólo por este hecho. El arte abstracto requiere de nuevos ojos para apreciarlo, y aceptar otras maneras distintas de representar al mundo.[1]

e) La composición:

Una quinta manera de mirar una obra de arte es en función de su estructura compositiva, de su diseño, es decir el modo en el que se utilizan formas, colores, armonías, materiales, tonos musicales o ritmos para crear estructuras compositivas.

Un análisis formal del diseño de una obra suele ayudarnos a comprender mejor su significado y percibir algunos de los recursos que el artista utiliza para conseguir los resultados deseados.[2]


Hemos visto algunas de las posibilidades de las cuales se sirven los expertos a la hora de apreciar una obra y de fundamentar sus análisis. Es importante que las conozcamos para saber que podemos profundizar hasta donde seamos capaces de llevar nuestra inquietud y actitud de investigación acerca de cada obra que nos apasione.

Lo importante es que no sólo manifestemos nuestra interpretación intuitiva de las obras, sino que aprendamos a expresarnos de ellas. Muchas veces contemplar una obra no es suficiente, a menudo el único medio par ayudarnos a sustituir una visión pasiva por una contemplación activa y perceptiva es encontrar las palabras que describan y analicen una obra,


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RESUMEN

La interpretación es la acción más importante en la apreciación artística. En el arte la interpretación abarca el hecho de que el contenido de una obra sea “comprendido”, “expresado” o “traducido”. De alguna manera “debe ser fiel” al contenido original del objeto artístico. En términos más sofisticados, este acto se le llama hermenéutica.
En el presente sintetizaremos dos formas de interpretar las obras de arte, que son: la interpretación intuitiva y la interpretación especializada.

a) Interpretación intuitiva:

Es espontánea, ya que se basa en una sensación primera de la experiencia estética.

Es visceral por naturaleza, en cuanto concierne a nuestro gusto, es decir, unas formas nos gustan y otras nos disgustan.

Nos expresamos de la obra a partir de una experiencia inmediata donde interviene nuestro juicio de gusto.

b) Interpretación especializada.

Aunque no puede separarse de la experiencia estética, ésta se torna reflexiva y entra en comunión con la meditación.

Se requiere estimular nuestra intuición para combinarse con todo el bagaje y conocimiento que poseemos.

Nos expresamos de la obra a partir de un análisis cualitativo donde interviene nuestro juicio estético.

Sintetizamos cinco posibilidades fundamentales de la interpretación especializada de una obra, que son las siguientes:

1. El objetivo: Se refiere a la finalidad para la cual se realizó una obra. Algunas posibilidades son las siguientes:

Finalidad mágica: La obra sirve como intermediario entre el mundo material y el mundo espiritual.

Finalidad didáctica: La obra sirve como elemento didáctico para una comunidad.

Finalidad Intelectual: La obra intriga a un público muy erudito, para una minoría cultivada.

Finalidad expresiva: La obra deja constancia de la acción del propio artista, poniendo de manifiesto su prioridad por la expresión dentro de su actividad creativa.

2. El tema: El tema puede ser: religioso; político; histórico etc. Si no dominamos el contenido y lo queremos averiguar, la obra puede ser la vía de enseñanza.

3. El momento histórico: Esta posibilidad de interpretación se centra en lo que la obra nos cuenta del artista y de la cultura en la cual se produjo. También de las corrientes artísticas que dependen del tiempo histórico.

4. El grado de mímesis (naturalismo o abstracción):

Mímesis: determina el grado de imitación de la naturaleza.

Abstracción: lo representado puede parecerse o no a lo que estamos acostumbrados a ver, es un leguaje no figurativo.

5. La composición: Posibilidad de interpretar una obra por medio de sus estructuras compositivas. Se analizan los recursos que el artista utilizó para conseguir los efectos deseados.
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Recuerda la Actividad Extraclase 4

Busca imágenes de obras de arte que contengan las siguientes posibilidades de interpretación:

ü Una obra cuyo objetivo o finalidad la consideres expresiva.

ü Una obra cuyo tema sea religioso.

ü Una obra en cuyo momento histórico de realización contenga la corriente artística denominada surrealismo.

ü Una obra en cuyo momento histórico de realización contenga la corriente artística denominada expresionismo.

ü Una obra con un alto grado de mímesis.

[1] Id., pp. 11-12
[2] Id., p. 14




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